La elección del producto desodorizante
- 1. Calidad demostrada: seleccione productos consolidados en el mercado con buenas referencias de fuentes fiables.
- 2. Aceptación por parte de las plantas depuradoras: algunas instalaciones de tratamiento de residuos no aceptan aguas negras que hayan sido tratadas con formaldehído. Por ejemplo, este producto está prohibido en California. El formaldehído siempre se ha considerado el biocida más eficaz. Algunos Estados se están planteado hacer lo mismo con el glutaraldehído. No obstante, las «combinaciones» que no contienen formaldehído son igual de eficaces, aunque quizás algo más caras. Es preciso conocer las restricciones impuestas por la normativa local y el biocida activo presente en el producto desodorizante que se está empleando.
- 3. Seguridad: otro de los factores que se deben tener en cuenta es la seguridad. Todos los biocidas son tóxicos en cierta medida. Por tanto, cuando se aplica el desodorizante es fundamental tomar las precauciones que dicta el sentido común. Normalmente se deben utilizar gafas de protección y guantes resistentes a los disolventes. Consulte la FDS para obtener más información sobre otros equipos de protección individual (EPI). Los productos que contienen formaldehído se consideran los más tóxicos. El glutaraldehído (pentanodial) es probablemente el segundo biocida más tóxico. El método de dosificación también puede afectar al nivel de seguridad de la manipulación. Por ejemplo, las bombas dosificadoras, las pastillas, las bolsitas o las botellas con dosificador precisan de una menor manipulación y por tanto la exposición es menor.
- 4. Coste: los productos líquidos son los más económicos si se utilizan correctamente. No obstante, a veces se emplea una cantidad excesiva, lo que reduce el nivel de ahorro. Por otra parte, los vertidos accidentales también pueden provocar pérdidas. Si se emplea un producto ya dosificado resulta más sencillo controlar los costes. Las bolsitas, las pastillas, los envases con dosificador y aquellos que hay que apretar para verter el contenido son los productos pre dosificados más habituales. Otro de los métodos empleados para ahorrar tiempo y controlar los costes es «pre mezclar» los productos en un depósito en el camión de mantenimiento. Si se adopta este sistema de premezclado los productos líquidos son los más idóneos.